Nunca volveré a ser joven.
Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde-como todos los jóvenes, yo vine a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería y marcharme entre aplausos-envejecer, morir, eran tan sólo las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo y la verdad desagradable asoma: envejecer, morir, es el único argumento de la obra.
Jaime Gil de Biedma.
Este poema me ha gustado mucho porque refleja como la vida pasa sin que te des cuenta y que la tienes que aprovechar al máximo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario